El post-acuerdo… desde Barcelona


En las semanas siguientes al triunfo del NO a los Acuerdos de La Habana durante varios domingos nos juntamos en la Plaza de Cataluña en Barcelona bastantes Colombianas y Colombianos más gente y organizaciones amigas para pedir y exigir -lo que también se llevó a cabo en otras ciudades de Europa, tal como en Colombia se pudo conocer- el llegar rápidamente a la solución del impase creado por los resultados del plebiscito de octubre. En otros momentos organizaciones de Cataluña como Colombia en Paz, la Mesa Catalana por la paz y los derechos humanos en Colombia, así como el Instituto Catalán de Investigaciones internacionales por la Paz han organizado conferencias y ciclos de cine con los temas y conflictos de nuestro país alrededor de la paz y de los derechos humanos, tanto con expertos/as que venían de Colombia, como de otros/as especialistas y organizaciones de España que han conocido de cerca lo que está pasando en nuestro país en los últimos años:  lo que se iba hablando en La Habana, violencia contra las mujeres, luchas y riesgos de poblaciones afro del Pacífico o de comunidades indígenas, los falsos positivos, recuperación de los derechos de las víctimas de la violencia, entre otros.

Lo mismo en eventos (marchas, protestas, plantones, etc.) sobre la paz en el Oriente Medio y por la acogida a los refugiados que buscan entrar a Europa por España, Italia, Grecia y Turquía, ante todo cruzando tan peligrosamente por el Mediterráneo. O intentando lograr partidas en los presupuestos con destino a una renta básica en Cataluña (mínima, que no llega al salario mínimo) que garantice la dignidad de las personas que más están sufriendo los efectos de los recortes en los servicios básicos y principalmente del desempleo o del empleo precarísimo.

Se trata en definitiva de contribuir a recoser un mundo que se rompe, como reflexionan en el comienzo de este 2017 los “Papeles” de Cristianisme i Justícia (la ONG jesuita de Barcelona), citando también a María Zambrano: “La paz es mucho más que una toma de postura: Es una auténtica revolución, una manera de vivir, una manera de habitar el planeta, una manera de ser persona”.

José Naranjo, Barcelona

 

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