Por Sergio Arce Martínez
Camilo Torres, en su corta vida, vivió tan intensamente sus diversas etapas, en todas las cuales se ofreció tan plena y totalmente al servicio del prójimo, es decir, del necesitado, del pobre, del explotado, del oprimido de su patria, que la riqueza de su pensamiento y acción y del movimiento que con su gesto inicia, apenas lo rozaremos a lo largo de nuestra breve intervención. Su acción y su ejemplo resultan inagotable para nosotros hoy, como cristianos revolucionarios, socialistas o decir comunistas, por razón de que su vida estuvo amorosamente dedicada a la causa de las clases desposeídas, y que su ejemplo, fue el ejemplo de un pensamiento que trato de ser estrictamente científico, vinculado estrechamente a su fe pulcramente cristiana.
Todo el pensamiento de Camilo presenta un común denominador. Se trata de una idea central, encarnada en su propia trayectoria de vida, que le da sentido a tres niveles diferentes de su acción como sacerdote y creyente. Primero, el nivel cristiano de ser humano-persona humana- que nos presenta, por ejemplo, en su ensayo ¨ El hombre bidimensional¨. En segundo término, el nivel cristiano de pertenecer- o mejor sería decir- ser ¨CUERPO DE CRISTO¨, que vemos reflexionado, por ejemplo, en su articulo Encrucijada en la Iglesia en América Latina, y , en tercer lugar, el nivel ¨cristiano¨ de insertarse en la sociedad, de ¨encarnarse¨ en el mundo del que se forma parte, medio social que constituye el objeto final del amor y del propósito creativo y redentor de Dios, que proclama por ejemplo en su conocido ¨Mensaje Cristianos¨.
En los tres niveles se impone para Camilo una verdad definitiva que, como dijimos arriba, le dará sentido legitimo a cada uno de ellos. Se trata de una norma de acción, de un criterio que resulta a todas luces un valor teológico y ético, por religioso, político y socio-económico. Es un valor insustituible, único, y por lo tanto, universal. Es lo que él llama ¨LA EFICACIA DEL AMOR¨. Hay toda una sistematización de esta idea, si se quiere de manera incipiente, es decir, no muy ¨formalmente¨ pensada, pero si muy consistentemente actualizada por Camilo en su acción. Es la norma que rige su pensamiento y su vida toda desde los años de su mocedad en el Seminario, cuando escapándose de los fríos pasillos de la institución docentes e dirige afuera a enseñar a leer y escribir a las familias vecinas, pobres e ignorantes hasta sus años de madurez cuando abandona toda la fría parafernalia del templo, se escapa de los cuatro muros en los que pretende encerrarlo el Cardenal Concha y se ofrece integro, cabal, completo a la obra de la redención de su pueblo oprimido y explotado por la burguesía capitalista puesta al servicio de los intereses del imperialismo norteamericano.
De esta forma, asume Camilo un cristiano evangélico a través del cual afirma y testifica un amor solidario que deja de ser engendro de un sentimentalismo romántico para convertirse en una acción concreta a la manera que lo viviera su hermana marxista, héroe de la de la Revolución Latinoamericana, Ernesto ¨Ché¨ Guevara.
Camilo expresa en las manifestaciones concretas de su amor servicial la racionalidad cientifica que le ha brindado su esperanza cristiana apoyado en un análisis objetivo de la citación socio-política y económica en que vivía, no tan sólo su pueblo colombiano, sino también todos los pueblos de la gran patria latinoamericana, cosas que le llevaron a descubrir que el único camino de la liberación eficaz era el camino revolucionario socialista y porque no comunista.
Para Camilo ese amor servicial consistiría en una militancia solidaria motivada por la fe explícita o implícita, que se actualiza eficazmente haciendo uso de la racionalidad de una esperanza científicamente estructurada.
Camilo vivió ese amor, lo actualizo en su quehacer. Actualizó el amor del que se dice en el Evangelio que es el mayor de todos: El amor del que da su vida por sus amigos¨, siempre emana otro superior, al que da su vida por sus eventos amor divino por Jesús el nazare…………….., naturalmente sus amistades eran amistades de clase, como las de aquel amigo de los pobres y oprimidos del siglo I, de aquel que nos llama amigos¨ porque nos da a conocer toda la causa que recibió de su Padre¨.
Para Camilo decir ¨eficaz¨ era decir: científico, es decir racional. Resulta muy interesante conocer como llega a la afirmación de que el cristianismo debe tener la eficacia como un principio básico. En eso sigue al Apóstol de los gentiles, que en los mismos inicios del Cristianismo había planteado la necesidad de una amor ¨conforme a la ciencia. Naturalmente que con esto, Camilo no pretendía establecer un principio meramente teórico de fe, sino que planteaba la cuestión más bien en el campo de la acción humana, puesto que la eficacia sería el elemento para determinar la calidad no sólo del amor a Dios, sino la calidad de la integridad de la persona amante, como tal, como persona humana, como ser humano. ¨El amor ineficaz-repetia Camilo-no es otra cosa sino hipocresía¨. Esta frase tan incisiva explica por si sola, a nuestro entender, la forma que tenia Camilo de valorar la fe de la vida del creyente. El principio de la eficacia en el amor era el principio fundamental sobre el necesario ser humano. Esto se le hace el punto focal de toda su vida y pensamiento. Ve en este principio lo que puede salvar a la fe cristiana de ser lo que ha llegado a ser, una mera superstición religiosa, un mero engaño explotador usado por curas y pastores, un mero opio deshumanizante, que paraliza la redención del ser humano, del pobre oprimido, del explotado. El elemento que afirmará o negará el valor que pueda o no tener el cristianismo, no sólo como fenómeno histórico-cultural, sino como fenómeno ¨religioso¨, como fe, no es otro-para Camilo-que la ¨eficacia del amor¨. El amor eficaz significa lo genuinamente cristiano. El amor ineficaz significa fariseísmo, mero hipocresía. Al suscribirse esta formulación, se inscribe dentro de la critica mas severas que Marx hiciese al cristianismo de su época.
Hay cristianos- o mejor sería decir ¨crédulos religiosos¨ que quieren ser tenidos por tales- que pretenden ignorar las realidades históricos –sociales concretas que caracterizan las épocas diversas del desarrollo del desarrollo social, los factores políticos-económicos que conforman esa realidad, las verdades científicas- sobre todos las sociológicas- que determinan la eficacia de toda acción amorosa humana, eficacia que no se mide en meras cantidades de acciones supuestamente buenas, como tampoco en el saldo cualitativo de inmediata evaluación, puesto que no se trata de un simple pragmático ni mucho menos.
La eficacia o ineficacia están dadas- como el principio que Camilo señalara- en la comprensión o en la no comprensión de los problemas concretos del ser humano como resultado de une Studio objetivo de su propio medio, esforzándonos por buscarles soluciones adecuadas y propias. De ahí que no durara en llamar hipocresía, al amor ineficaz. Esta conceptualización de la hipocresía, del fariseísmo, de la falsedad alienante y deformadora de los objetivos del Evangelio, característico de la común religiosidad ¨cristiana¨, constituye para nosotros, el mas grande aporte de Camilo a cualquier esfuerzo por crear una teología latinoamericana.
La teología latinoamericana deberá tomare en consideración el ejemplo y el pensamiento de Camilo Torres, lo que está en el mismo corazón de la vida y de la acción de Camilo, principio de la eficacia del amor, que la entronca al pensamiento revolucionario contemporáneo, a la cultura marxista-leninista puesto que la eficacia el amor no explicaría el mundo o su transformación sino que, de hecho, lo transformaron.
Los cristianos ¨terceristas¨- que abundan en América Latina- que pretende una revolución latinoamericana sin Marx ni Lenin, en ocasiones hasta pretenden una revolución socialista sin critica a la religión¨, un sobreseimiento de los valores de la ética capitalista, que propugnan un socialismo con democracia burguesa y pluralismo ideológicos, sin lucha de clases ni dictadura del proletariado, deberían escuchar atentamente la voz de Camilo ¨ El amor ineficaz es hipocresías. Nosotros, por nuestra parte, haremos bien escuchar la advertencia de aquel otro revolucionario, Jesús de Nazaret: ¨Cuidados de la levadura de los fariseos¨.
El principio del amor eficaz va pues, a constituir para Camilo la norma suprema de su vida, no sólo de cristiano pero, lo que es mas, de su vida de sacerdote. ¨ El sacerdote- decía-debe realizar la encarnación del Señor tomando la responsabilidad del compromiso en la aventura humana de grey¨. La única y gran razón para esta solidaridad comprometida del sacerdote con el mundo de su contemporaneidad la encuentra Camilo ene. hecho de que existe el imperativo de la caridad. Y la caridad (aqui se entiende amor eficaz) tiene por medida la necesidad del prójimos. Luego ni aún la eficacia misma se libra de un análisis investigativo y objetivo que la valore. La eficacia no es un valor cuantitativo-tecnicista o cualitativo cientificista. No es una categoría fría e impersonal como de computadora, ni un principio impersonal o frío como de metafísica de la realidad social, no se mide la eficacia del amor por cifras desnudas, se mide por la necesidad del prójimo y por la habilidad o inhabilidad que manifestamos para satisfacer las necesidades de los amigos, de los ¨amigos de clase¨, de las grandes mayorías explotadas en el mundo del subdesarrollo, que también existen en el mundo desarrollado del capitalismo imperialista.
La eficacia se le convierte así en un elemento decisivo en el campo de lo ¨sobre natural¨ siendo- como es- un elemento sólo ¨natural¨, hasta el punto de llegar a afirmar que ¨el juicio de Dios sobre los hombres está basado fundamentalmente en la eficacia de nuestra caridad¨. Comentando el conocido pasaje de Mateo 25, Camilo afirma que lo que decidirá la suerte eterna será haber dado comida, bebida, hospedaje, vestido, acogida, a nuestros hermanos, y a ese fenómeno llamamos fé.
No es de extrañar que llegase ,entonces a definir el amor como ¨ vivir el sentimiento de la fraternidad humana ¨. Esa vivencia del sentimiento de la fraternidad humana, Camilo lo ve manifestarse hoy, primero en los movimientos revolucionarios, y, segundo, en la necesidad de unir a los pueblos pobres y oprimidos, para acabar con la explotación imperialista. Para Camilo ese imperialismo tenía una cabeza hegemónica : el Imperialismo Norteamericano.
Basándose en estas premisas, camilo fue capaz de ponerse intransigente y decir ël católico, que no es revolucionario está en pecado mortal ¨.
Por otro lado, para Camilo existía otro elemento entorpecedor para la realización eficaz del amor, lo que él llamó en cierta ocasión, ¨ el pavor de las jerarquías eclesiásticas. Este pavor lo experimentan las jerarquías ante las izquierdas dentro de la propia Iglesia. Enjuicia entonces Camilo a la mayoría de los jerarcas eclesiásticos de América Latina cuando escribe: ¨ Desafortunadamente entre muchos católicos nos e considera hoy como el peor enemigo de la humanidad la falta de amor al prójimo, sino al comunismo , lo cual es un error teológico y científicos, y agrega : ¨La esencia del cristianismo no es el anticomunismo sino el amor.
Ahora bien, me parece que vale la pena-antes de terminar este análisis-concatenar dos ideas expuestas. La idea del amor como amor a los amigos de clase ¨ y el hecho de que llamase ¨ enemigo de la humanidad ¨ al Imperialismo. Porque estos dos elementos concatenados se unifican en Camilo a la luz de su constante insistencia, por un lado, de que ¨ para lograr la liberación de Colombia, como de América Latina, y de los pueblos del Tercer Mundo, es importante contar con los enemigos de nuestros enemigos, y por otro lado, de que ese enemigo de la humanidad tiene su nombre: ¨ Yo considera a los estados Unidos (no su pueblo pero su sistema) como el enemigo ¨. ¨ Somos amigos-repetirá-de todos los revolucionarios, vengan de donde vengan. La razón suficiente que sustancia esa amistad o enemistad está dada por la eficacia o ineficacia del amor. Hasta ese punto álgido y decisorio lleva Camilo su principio de amor eficaz. Para el sacerdote guerrillero, amigo de los comunistas revolucionarios, ¨ el servicio a los demás es un elemento común entre la filosofía cristiana y la filosofía marxista….. y los impulsan profundamente (tanto a los unos como a los otros) a sacrificarnos por los demás, a entregarnos por los demás ¨. Sobre este hecho, Camilo apuntaba la necesidad de que vivamos intensamente cada uno ese amor al prójimo….. ¨ que esa filosofía ( cualquiera que esta sea) nos lleve precisamente a buscar la eficacia en el amor al prójimo el buscar esa eficacia no puede ser sino mediante la unión.
Por eso Camilo ha pasado a la historia de la revolución latinoamericana como el símbolo genuinamente legítimo de lo que Fidel llamar años después: ¨La alianza estratégica entre marxistas y cristianos revolucionarios ¨. A camilo Torres lo reconocen hoy los revolucionarios como símbolo de la unidad revolucionaria, no sólo a nivel del pueblo colombiano, sino a nivel continental, es decir, de todos los pueblos de ¨NUESTRA AMERICA¨.
Al recordar una vez más el nacimiento de Camilo Torres he querido apuntar a lo que entendemos como lo más importante que Camilo nos enseña para nuestro ser y que hacer como creyentes, tanto en el orden personal como ene. eclesiástico y social, que el mismo resumiese en una frase- lema de su pensamiento y acción. ¨ El amor ha de ser eficaz ¨.
Sergio Arce
9 de frebrero de 2009