Visita a la ZVTN Icononzo, Tolima


LA ZVTN? Qué nombre extraño, indecible… hasta hace poco. Ahora, las Zonas Veredales Transitorias de Normalización se pueden hasta visitar. Turismo? No, aunque habrá que ver como siguen los planes de les exguerrilleres. Compartir, intercambiar y escuchar? Sí, definitivamente ¡es clave para la reconciliación!

Con esta idea, Sandra, Edgar Iván, Poncho y Karina (de KairEd) se fueron con estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional y el equipo de la Corporación Claretiana Norman Pérez Bello en visita humanitaria coordinada por ésta.

Después de tres horas y media de un viaje que nos hace descubrir paisajes hermosos, llegamos abajo de la zona Veredal de Icononzo donde dejamos el bus. Subimos a pie media hora hasta llegar a la Zona como tal, llegando primero al área de visitantes: una casita con unas 10 camas y una zona para carpas. Seguimos caminando hacia el campamento y con mucha sorpresa no vemos nada de seguridad. La cabaña de la entrada dice “recepción”… nada de torre de control. Justo al lado nos encontramos con un mural del Che y de Fidel Castro: “Sepan los nacidos y los que están por nacer que nacimos para vencer y no para ser vencidos”. De ahí se puede ver gran parte del campamento: casitas blancas y calles de arena, todo rodeado de la naturaleza.

Empieza el taller liderado por los estudiantes de la Pedagógica sobre memoria histórica. Participan muchas personas de la zona, además de los 40 (¡!) visitantes. Parece que el programa se consultó con miembros de la zona. A la pregunta insistente de los estudiantes sobre diferencias de tratamiento entre mujeres y hombres vuelve la misma respuesta: mismos derechos, mismas obligaciones. De las discusiones salen muchas ideas y reflexiones… una de un señor llama mucho la atención: “estamos haciendo trabajo de reconciliación y de memoria… pero RCN y Caracol que nos hicieron parecer los malos, qué están haciendo para la reconciliación?” De verdad, quién en el país quiere reconciliarse? Los que de todas formas ya estamos convencidos de la necesidad de empezar con una nueva página en el país y que votamos sí el 2 de octubre de 2016? Cómo hacer para invitar a dialogar a las personas que no quieren saber nada del proceso de perdón y reconciliación?

Por la noche, nos reunimos en la tienda comunitaria a intercambiar y escuchar a nuestros compañeros de la Red Teoartística Edgar Iván y Poncho. Ya son mucho menos los compañeros de la zona. Cómo se sienten? Llenos de esperanza de poder vivir una nueva etapa, de dejar las armas; mucha alegría de volver a ver a las familias. Finalmente, todos regresamos a nuestras carpas y camas…

Por la mañana nos reunimos en la cafetería a desayunar. Tres mujeres se encargan de la cocina cuando hay visitantes. El resto de tiempo, los “bloques de casitas” se reúnen y se organizan entre sí para cocinar. Bajando hacia el punto donde se va a realizar la siembra simbólica de árboles, conocemos a Mireya, una mujer que entró a la guerrilla a los 14 y sale muy esperanzada 20 años después. Aquí viven un poco más de 200 personas que llegaron de diversos frentes, de diversas comunidades para formar una nueva comunidad, nos comenta. Levantados a las 4 de la mañana, se reúnen todos los días en la sala de la memoria (¿?) para organizar el día, según las recomendaciones del-la coordinador-a elegido para 4 días. Luego cada uno realiza los trabajos asignados hasta la tarde para finalmente poder descansar… y pensar en cómo seguir construyendo su camino personal. Después de tantos años en estructura jerárquica y colectiva, como se puede pasar a un modelo horizontal? Nos preguntamos…. ¿Cómo empieza una a pensar “solo para si misma?” lo que “una quiere”? La siembra de árboles nos permite recoger la memoria de ancestros, el significado de la tierra, la fuerza de la unión.

Mireya nos invita a compartir un tinto en su casa que ha pintado de rosado. En su biblioteca encontramos toda una variedad de libros, desde el manual de acción de las FARC hasta los libros de autocuidado, de filosofía. Ahí, entre mujeres compartimos nuestros sentires como mujer, de decidir cómo organizar los días, vivir en la zona, hábitos de cada una. Mireya nos dice que para nosotras de pronto sería complicado sobrevivir en el monte… para ella fue muy difícil saber cómo comprar zapatos la primera vez en Bogotá… Qué importante cambiar de perspectivas.

Volvemos al grupo animadas por esta conexión que se acaba de tejer, inspiradas. Después del almuerzo ya es la hora de irse… la cabeza llena de ideas, pensamientos, sueños de un futuro de dialogo, de respeto, de intercambios. Pero también de preguntas. Los exguerrilleros quieren quedarse en la zona y esperan a sus familiares…¿Será posible? Qué no pasen estas historias de horror con ataques de los paramilitares! ¿Cómo no decepcionar tanta esperanza y energía para construir un nuevo camino en una sociedad tan polarizada y de tanta desconfianza? ¿Cómo no volver a estas zonas de transición, regiones de turismo “zoológico” que aleje del sentido inicial de encuentro? ¿Cómo dar atención a largo plazo, una vez haya bajado el interés por el proceso? Y, definitivamente, cómo hacer que se den intercambios con personas muy críticas del proceso de paz con las FARC?

 

Para ver fotos de la visita haga clik en:

https://flic.kr/s/aHsm5mMBCL

 

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