Querido Gustavo:
Te has quedado en nuestra memoria como “el amigo de Camilo Torres”. Amistad que irrumpe en aquel acercamiento preocupado por la soledad y la meditación del joven aprendiz de seminarista en ese inolvidable septiembre de 1947…de ese primer encuentro se nos quedó la pregunta que abrió el camino de la complicidad en la emancipación: “¿Camilo, qué te pasa?”
Un largo camino que hoy con este evento sigue andando… desde el primer Círculo de Estudios Sociales que irrumpe como atrevida y desafiante novedad en medio de los tranquilos claustros de estudios eclesiásticos del Seminario Mayor de Bogotá…
Un largo y hondo camino de amigos confabulados con la rebelde Isabel Restrepo Gaviria en la convivencia subversiva en Lovaina, en la organización del estudiantado colombiano en el exterior, en la elaboración de dos tesis de sociología, una sobre la pobreza urbana, la de Camilo, y otra, la tuya, sobre la pobreza estructural en el campo…tenemos aquí diversas y creativas rutas abiertas hacia el amor eficaz!
Un largo camino abierto al sueño de paz acordada por el Frente Nacional y en ese marco la creación de la Facultad de sociología en la Universidad Nacional, la plataforma de la acción comunal, el Centro de Investigación social, el proyecto de desarrollo comunitario en el barrioTunjuelito, la investigación sobre la violencia en Colombia, la creación de la Asociación Colombiana de Sociología y su primer congreso, la formación de los cuadros directivos de la ESAP y del INCORA, el intento fallido de diálogo con las autodefensas campesinas de Marquetalia…
Un largo camino atravesado por el dolor de la partida no compartida hacia las montañas guerrilleras y su trágico desenlace, pero a la vez, testimonio del nacimiento de una narrativa martirial desparramada por el mundo seduciendo multitudes de jóvenes sedientos de justicia, paz y amor…
Un largo camino de amistad que te llevó a convocar desde el ICODES aquel Simposio de Teología de la Liberación en marzo de 1970 en Bogotá con una asistencia de más de mil personas, sacando el tema del tabú y del miedo y poniéndolo en la palestra pública como quaestiones disputate a ser debatida con el entusiasmo de la revolución inminente…
Un largo camino sacudido por la masacre de indígenas en Planas que movió la denuncia y el compromiso profético ayudando a crear el comité de defensa del indio… confirmando una vez más que los derechos de los pobres no ha dejado de ser clamor de Dios en tu experiencia de fe….
Un largo camino de amistad, gracias a la cual hoy tenemos una de las más bellas biografías de Camilo “Profeta para nuestro tiempo” como la titulaste en su primera edición publicada en Bogotá en 1996, mostrándonos un rostro humano y sincero del amigo que dedicó su vida de tiempo completo al amor al prójimo…
Amistad rememorada en cada entrevista, en cada texto, en cada conversación con el maestro y amigo Francoise Houtart, pero sobre todo, revisada con nuevas luces cada 15 de febrero con preguntas desafiantes de generaciones juveniles, que hoy como en aquel septiembre de 1947, con la curiosidad epistemológica que las caracteriza, se atreven a preguntar otra vez “Camilo…¿qué te pasa?”.
Gracias Gustavo por testimoniarnos el largo, hondo y fructífero camino del amigo de Camilo…!
Fernando Torres Millán
Bogotá, 6-11-2018
Palabras pronunciadas en el salón Constitución del Congreso de la República en homenaje a nuestro querido maestro y hermano Gustavo Pérez Ramírez.