A través del arte nos acercamos a lo sucedido, revivimos momentos, hacemos por un momento parte de un suceso del que somos ajenos, nuestra vida y en especial la vida de cada uno y cada una.
Llega el momento de decirte unas palabras; a ti querido amigo FABRICIO, que tanto muy seguramente las apreciaras, por saber bien cuál es su valor. Y las diré en nombre de todos los aquí reunidos y reunidas.
Los humanos somos cada cual a nuestro modo y no sólo eso, sino que además, siendo de muchas maneras, cada uno es de muy diversas formas a lo largo de su vida, haciéndose a sí mismo según vayan siendo sus obras. Parafraseando el dicho bíblico cabe decir que por nuestras obras nos conocemos. A ti, FABRICIO, efectivamente te conocimos por tus obras, que son amores y, en este caso, con buenas razones.
Unos a otros nos conocemos en diferentes contextos, desde perspectivas diversas. A partir de lo que de uno vemos los demás, podemos construir su perfil humano, que en parte coincidirá, no del todo, con lo que ese uno ve de sí mismo. Con todo, ese solapamiento de miradas acaba confluyendo sobre la identidad de quien es objeto de ellas, la identidad de alguien que es sujeto de su vida, de sus actos, de sus sentimientos y pensamientos, de quien es en relación con todos los que le rodean y le reconocen como quien es.
A ti, Fabricio, te conocemos y reconocemos como quien eres, desde el núcleo de ti mismo, para tod@s nosotr@s. Y nuestras miradas encuentran la imagen de un hombre entregado a su familia, a su hijo, a sus amigos, a quienes le necesitan; de una persona serena y jovial, activa a conciencia, inteligente y afectuosa; de alguien que es, en el buen sentido de la palabra, . Así te reconocemos. Los defectos que tengas, ésos los pones en tu cuenta privada, pues no son relevantes en el espejo donde tu imagen se refleja para todos nosotros.
Los avatares de la vida son los que cincelan la persona que somos, los que van puliendo nuestra personalidad más allá de los personajes que en algún momento toca representar en este gran teatro del mundo. El que sería relato pormenorizado de tus trabajos y tus días nos ofrecería la semblanza completa del Fabricio que conocemos, del Fabricio que queremos. Mas por otra parte, no hay ningún relato completo, ni siquiera el que haga uno de sí mismo; ninguna biografía está cerrada. Podemos destacar, eso sí, las pinceladas con que dibujar el cuadro de nuestras vidas. Y en ellas reconocer los trazos de los principales acontecimientos que las troquelan.
Escribimos y reescribimos nuestras historias desde el momento en que estamos, volviendo la vista atrás, reordenando las piezas biográficas de cada cual. En las distintas etapas de la existencia aparecen esos momentos fuertes en los que ella misma se reestructura y, a veces, nos muestra esa cara de nosotros mismos en la que aún no habíamos reparado.
Tú, Fabricio, has pasado justamente por uno de esos momentos cruciales en los que el vivir se convierte en un caminar por la arista de la existencia cobrando plena conciencia de lo que está en juego. Estoy seguro que todo lo has visto bajo una nueva luz, desde ángulos que te eran desconocidos. Pero sabemos también que viviste muchos momentos que te ayudaron a crecer en tu ser como hombre, como persona y como ser humano en transformación.
Agradecemos tu aporte significativo y apoyo cuando lo requerimos en nuestra Asociación FOPRCULVIDA y en especial con los jóvenes del Circo Teatro Capuchini, donde vivimos y compartimos con la comunidad, formación saberes, experiencias con el arte y el untarnos de gente en los aspectos sociales de igual manera valoramos tu gran presencia y el amor que tuviste por la Red Teoartística, donde el FABRI que le cantó a la vida y poetizó la esperanza, se hizo notar en la red, recorriendo por Bogotá, Pereira, Cundinamarca y zonas del eje cafetero, llevando tu voz sonora a los rincones de Colombia y a las poblaciones que aplaudieron, abrazaron y acogieron tu ser de artistas, Ay!! Fabri ver soltar tu guitarra, no escuchar tu voz poética y crítica, no ver tu presencia tranquila, tierna y amorosa, no volver a ver ese Fabri coqueto, enamorador y seductor, y no sentir tu presencia en las acciones sociales y políticas nos duele, nos mueve y nos convoca hoy a estar unidos a las fragilidades de la vida y de nuestras propias existencias.
Solo queda agradecer desde todos los compas y las compas de Forjadores de la Cultura de la vida y la Red Teoartística – Kairós Educativo, agradecer por tu gran presencia, servicialidad y gastar la vida desde tus saberes.
También desde lo personal quiero agradecerte por permitirme conocer este espacio del Circulo de Hombres, donde en los espacios que nos movimos te escuché hablar con gran fervor, un espacio donde aprendí a conocer y a conocernos desde otras dimensiones, desde nuestras vidas personales, nuestras debilidades y fortalezas y los que nos une por ser hombre de otras maneras de relacionarnos, de pensarnos y de transformar una sociedad patriarcal, machista y violenta. Sé que también todos mis compas de este genial círculo te guardan en el corazón por que tus aportes y presencia fue muy importante.
“Está desnuda el alma, no está triste.
Estoy desnudo y vivo, ante la vida.
Soy un hombre que elige la salida,
el camino y la búsqueda. Y resiste.”
Alexander Diaz Montenegro
Director y educador
Asociación FORCULVIDA
CIRCO TEATRO CAPUCHINI – CALI
RED TEOARTISTICA
Cali, 28-10-17